Erika Villaécija, con 34 años, pone punto y final a su carrera como deportista de élite. Entre lágrimas lo ha anunciado en el Museo Colet de Barcelona, lleno hasta la bandera. 16 años de carrera en lo más alto. Atenas, Pekín, Londres y Río, los cuatro Juegos Olímpicos que jamás olvidará. 18 medallas internacionales para el recuerdo.

Sin embargo, todavía podremos disfrutar la nadadora hasta finales de año. Del 15 al 18 de noviembre competirá en los campeonatos de España de piscina corta que se celebrarán en el CN Barcelona y también estará en la Copa de Clubes, a mediados de diciembre, representando al CN Sabadell.

Además de convertirse, en 2012, en la primera nadadora que hizo doblete en piscina y aguas abiertas, Erika será recordada también por sus seis participaciones en Mundiales de piscina larga, cuatro de piscina corta y el oro conquistado en Dubai 2010.

En el acto de despedida leyó una carta, visiblemente emocionada, donde repasaba algunos de los momentos más importantes de su carrera. Unas líneas escritas que demuestran el amor incondicional de Villaécija por el deporte que ha practicado durante toda su vida. «Desde que vi los Juegos de Barcelona por la tele cuando era niña, la natación para mi lo ha sido todo. He llegado incluso más lejos de lo que podía imaginar», reconoce.

Pese a llevar tiempo meditando la decisión de retirarse, siempre ha tenido claro que quiere seguir al cien por cien vinculada con el mundo de la natación. Razón por la cual a partir de 2019 será entrenadora y estará al frente de los benjamines del CN Sabadell. Una labor nada nueva para ella, pues lleva un tiempo ejerciendo de psicóloga deportiva en dicho club.