Mitos y realidades sobre genética y rendimiento deportivo

febrero 11, 2019

Frases del tipo «por mucho que haga deporte y coma bien, no adelgazo» o «mi cuerpo no quiere reaccionar y haga lo que haga tengo barriga» las escuchamos muchas veces en nuestro día a día. En ocasiones, hasta las hemos pronunciado nosotros mismos. Detrás de esas afirmaciones y supuestos se esconde una creencia un tanto equivocada: la genética juega un papel decisivo en tu rendimiento deportivo.

El propósito de este artículo es explicar que aunque exista el pensamiento de que los genes pueden jugar un papel importante en el desarrollo y potencial de una disciplina deportiva, en ningún caso se puede hablar en términos absolutos. Sería un error hacerlo. La clave de todo está en tu poder. Ese es el factor más determinante. Si trabajas y eres perseverante en tu actividad física, las características estructurales o funcionales que hayas podido heredar por cuestiones genéticas quedarán en un segundo plano.

Lo más importante es estar comprometido con tu plan de entrenamiento, tener una buena motivación para afrontar tu rutina deportiva y tomar algunas decisiones clave -expuestas a continuación- que marcarán un estilo de vida sano. Aunque puedan resultar un tópico, los principales hábitos saludables que todos conocemos siguen siendo un pilar fundamental. Estos son:

  • Una dieta equilibrada
  • Dormir las horas necesarias y descansar
  • Evitar sustancias dañinas para nuestro organismo (alcohol, tabaco, etc.)
  • Tener una correcta higiene corporal