LA NBA CONVIERTE LOS SUEÑOS EN REALIDAD

enero 31, 2022

DeMar DeRozan y Andrew Wiggins serán titulares en el All Star Game que se disputará el 20 de febrero en Cleveland.

Su elección demuestra, una vez más, que casi todo es posible en la mejor liga del mundo.

18 de julio de 2018. DeMar DeRozan, el buque insignia de los Raptors, abandona Toronto. Dos meses antes, el equipo canadiense había caído de manera inesperada en las semifinales del Este contra los Cavaliers, después de haber sido el mejor equipo de la fase regular. 4 a 0 en una eliminatoria que abrió herida. Muchos dedos señalaron a DeRozan como “culpable” del fracaso, alegando que su enorme talento no iba aparejado con un liderazgo necesario en los momentos de la verdad. El de California acabó recalando en unos diezmados Spurs, alejados de la gloria que antaño los había encumbrado. Por si fuera poco, los Raptors se acabarían proclamando campeones de la NBA al año siguiente de su traspaso, con Kawhi Leonard, su sustituto en Toronto, siendo coronado como MVP de las Finales. La narrativa ganaba peso: uno había demostrado ser líder, el otro no.

En San Antonio, DeMar siguió firmando actuaciones individuales notables —incluido el primer triple doble de su carrera— y tuvo rachas anotadoras que le pusieron al nivel de mitos de la franquicia como George Gervin o David Robinson. Pero daba la sensación de que su figura se iba diluyendo de manera paralela a la de la franquicia. Y si hacemos caso de los números, la evidencia salta a la vista: los Spurs, que poseían junto a los Sixers el récord de 22 temporadas seguidas jugando los playoffs, han quedado fuera en las dos últimas.

El 11 de agosto del año pasado, DeRozan fue traspasado a los Bulls. Los de Chicago, necesitados de un cambio radical tras cuatro temporadas consecutivas sin playoffs, añadieron a Alex Caruso y Lonzo Ball a la ecuación. Y las cosas, hasta ahora, van viento en popa. DeMar se entiende a la perfección con Zach LaVine Y Nikola Vucevic, las otras dos estrellas del equipo, y está firmando una temporada impresionante. El 31 de diciembre de 2021 y el 1 de enero de 2022 anotó dos canastas ganadoras increíbles para dar la victoria a los Bulls contra Indiana y Washington respectivamente, convirtiéndose en el primer jugador de la historia en hacerlo en dos días consecutivos —y en dos años diferentes—. Su magia brilla de nuevo, y el premio no se ha hecho esperar. Volverá a ser All Star, algo que no sucedía desde sus tiempos en Toronto, y lo hará como titular indiscutible gracias a ser el guard del Este más votado por los aficionados —casi doblando a Trae Young—, por los jugadores y por los periodistas. Una elección unánime e incontestable que le devuelve a la élite de la liga.

ANDREW WIGGINS Y LA IMPORTANCIA DE LAS REDES SOCIALES

El otoño del año pasado fue crucial para la carrera baloncestística de Andrew Wiggins. A finales de septiembre, el canadiense de los Warriors formaba parte del grupo de jugadores contrarios a vacunarse contra la covid-19. Si mantenía su posición, las consecuencias eran claras y rotundas: imposibilidad de disputar los partidos en San Francisco debido a la normativa local y pérdida considerable del sueldo. A principios de octubre cambió su postura y decidió vacunarse. En dos semanas, su situación profesional había cambiado radicalmente gracias a una aguja entrando en su brazo. Wiggins empezó su tercera temporada en los Warriors sin sobresaltos, y Golden State salió como un cohete, recuperando las sensaciones que lo volvían a hacer un equipo temible. Stephen Curry en modo estelar, Klay Thompson regresando después de 941 días en el dique seco y Wiggins como pieza fundamental de este engranaje.

A pesar de todo, el que fuera número uno del draft de 2014 no parecía entrar en las quinielas para ser titular en el All Star. Fue quinto en las votaciones de los jugadores y sexto en la de los periodistas, que representan cada una el 25% de la elección. Pero se obró el milagro, sobre todo gracias a las votaciones de los aficionados, que significan el 50% del resultado final. Un dato ejemplifica a la perfección la importancia del voto popular. BamBam, un cantante tailandés de K-Pop con más de 9 millones y medio de seguidores en Twitter, publicó el 8 de enero un tweet pidiendo el apoyo a Wiggins y el resultado fue sorprendente: su mensaje tuvo 68.000 likes, casi 37.000 retweets y fue citado 3.000 veces. Cada interacción fue contada como un voto, y fue el tweet con más trascendencia entre todos los contabilizados para la elección de este año. El peso de BamBam y de los aficionados decantó claramente la balanza. Difícil encontrar mejor ejemplo para demostrar el poder de las redes sociales.

LOS SOSPECHOSOS HABITUALES

El resto de titulares entraban de pleno en las apuestas y no defraudaron las expectativas. Ja Morant debutará en un Partido de las Estrellas, pero su elección era más que previsible teniendo en cuenta su impresionante temporada en Memphis. LeBron James, Stephen Curry, Kevin Durant y Giannis Antetokounmpo son intocables. Y a este cuarteto se han añadido desde hace unos años tres jugadores consagrados: el actual MVP Nikola Jokic, Trae Young y Joel Embiid. DeRozan y Wiggins se suman a este selecto grupo y la NBA, capaz de convertir lo imposible en posible, vuelve a sorprender a propios y extraños.