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LA ERA SNYDER LLEGA A SU FIN
Tras ocho temporadas en el banquillo de los Utah Jazz, Quin Snyder ha decidido dejar el cargo. Se cierra de este modo una intensa etapa en Salt Lake City, con un legado que se recordará para siempre
El 16 de abril de 2014, los Utah Jazz cerraron una de las peores temporadas de su historia. El triunfo ante los Minnesota Timberwolves por 136 a 130, después de una doble prórroga, puso el punto final a una fase regular para el olvido: 25 victorias y 57 derrotas, acabando últimos en su división y en la Conferencia Oeste. El equipo, liderado por un joven Gordon Hayward y con un Rudy Gobert poco protagonista en ese entonces, estaba dirigido por Tyrone Corbin, que completaba de esta manera su cuarta temporada como entrenador jefe de los Jazz, siendo la peor con diferencia.
Rudy Gobert
DE MAL EN PEOR
Corbin, que había sido asistente de Jerry Sloan durante siete temporadas, cogió las riendas del banquillo en 2010, tras el adiós del mítico entrenador. La primera temporada terminó con registro negativo (39 victorias y 43 derrotas), pero en la siguiente consiguió meter a Utah en playoffs, aunque perdieron de manera rotunda contra los San Antonio Spurs en la primera ronda por 4 a 0. La tercera temporada terminó con registros positivos (43 victorias y 39 derrotas), pero los Jazz quedaron fuera de playoffs. Y en la siguiente fase regular llegó el desastre que ya hemos comentado. Corbin estaba en el ojo del huracán, y Utah necesitaba un cambio.
UNA APUESTA VALIENTE
El 6 junio de 2014, los Jazz presentaron al octavo entrenador de la historia de la franquicia. Quin Snyder, de 47 años, llegaba al banquillo de Salt Lake City con una lista de promesas para revertir la situación de la franquicia: fomentar el desarrollo de jugadores en un equipo joven y en reconstrucción, hacer de la defensa una prioridad y adoptar las analíticas. El director general de Utah, Greg Miller, tenía claro que la contratación de Snyder era una decisión muy importante para volver a hacer de su equipo un aspirante al anillo.
UNA MEJORA CONSTANTE
Las dos primeras temporadas terminaron con récord negativo, pero el equipo estaba mostrando una clara línea ascendente. La paciencia acabó dando sus frutos, y en el tercer año los de Salt Lake City accedieron a los playoffs, algo que lograrían también en las cinco siguientes temporadas con Snyder al frente del banquillo. Durante esos seis playoffs consecutivos, los Jazz llegaron a semifinales de la Conferencia Oeste en tres ocasiones, siendo este su techo. En las otras tres ocasiones cayeron en la primera ronda, incluida la última derrota ante los Dallas Mavericks de Luka Doncic. Pero, a pesar de no haber llegado a las finales del Oeste o a la gran final de la NBA, todas las plantillas dirigidas por Snyder siempre han sido firmes candidatas.
El ya ex entrenador de Salt Lake City ha sido fundamental en el desarrollo de muchos jugadores, con especial énfasis en el ya mencionado Rudy Gobert. El pívot francés ha conseguido ser elegido Mejor Jugador Defensivo de la liga en tres ocasiones. En la temporada 2020-2021, la franquicia se llevó dos títulos individuales, ya que a Gobert se le sumó Jordan Clarkson como Mejor Sexto Hombre de la fase regular. Otros jugadores como Royce O’Neal, Joe Ingles o Bojan Bogdanovic han dado sus mejores versiones bajo la batuta de Snyder.
“SPIDA” ES LA ESTRELLA
Pero hay un jugador que destaca por encima de todos, y al que Snyder ha sabido convertir en un referente de la mejor liga del mundo: Donovan Mitchell. Desde que llegó al equipo en 2017, “Spida” ha sido el referente anotador de la franquicia, con un promedio de 23,9 puntos por partido en sus cinco temporadas como profesional, cifra que asciende a 28,3 puntos por partido en los playoffs. Cifras de auténtica estrella, y que veremos si sigue ampliando en Utah, ya que después de conocerse el adiós de Snyder los rumores han empezado a aflorar. Parece que Mitchell será intocable, ya que la gerencia de Utah apostaría por él como el líder del proyecto que se avecina, y los damnificados podrían ser otros nombres como Gobert, Bogdanovic o Royce O’Neale. De momento, lo único seguro es que la era Snyder ha llegado a su fin, y que su legado perdurará para siempre en Salt Lake City.
Donovan Mitchell
– Akaw Sports
DARVIN HAM TOMA LOS MANDOS
El exjugador y hasta ahora entrenador asistente de los Milwaukee Bucks es el elegido por los Lakers para ocupar el banquillo durante los próximos cuatro años. Ham tiene por delante un reto mayúsculo: reflotar un barco que pierde agua por muchos agujeros
Uno de los culebrones del último mes llegó a su fin el pasado sábado. De manera casi simultánea, los dos periodistas con más influencia en el universo Twitter de la NBA, Adrian Wojnarowski y Shams Charania, daban la noticia: Darvin Ham, hasta ahora asistente de Mike Budenholzer en Milwaukee, será el entrenador de los Lakers las próximas cuatro temporadas. El equipo de Los Angeles, tras varias semanas barajando varios nombres para reemplazar al destituido Frank Vogel, decidía apostar de manera firme por Ham, demostrando que en la NBA se puede confiar en nombres secundarios para liderar grandes proyectos, algo que en Europa no suele suceder. Las quinielas habían arrojado muchas posibilidades: Terry Stotts, Mark Jackson, Mike Brown o incluso el propio Doc Rivers, entre otros. Pero al final, la gerencia angelina se quedó impresionada con Ham por las razones que esgrimió el propio Wojnarowski: su pedigrí campeón, su presencia dominante, su historial como entrenador de estrellas y su dureza.
LA BENDICIÓN DEL REY Y EL APOYO DE ANTETO
Cuando se habla de los Lakers, a pesar de la influencia que puedan tener Rob Pelinka y Jeanie Buss, no se puede olvidar la voz que tiene más protagonismo: la de LeBron James. Y si hacemos caso a su reacción ante el anuncio del fichaje, Ham tiene su total bendición. El Rey, en su cuenta de Twitter, publicó un tweet con un mensaje claro de alegría y positividad: “Tremendamente ENTUSIASMADO!!!!!!!! Felicidades y bienvenido, entrenador DHam #LakeShow”.
Giannis Antetokounmpo conoce bien al nuevo entrenador de los Lakers. No en vano, ha sido su entrenador asistente desde 2018, y una de las piezas clave en el engranaje que hizo campeones a los Bucks la pasada temporada. La estrella griega de Milwaukee tenía claro que el despegue de Ham llegaría tarde o temprano, y lo felicitó con palabras sinceras, señalando que se alegraba mucho por él y que es “el entrenador adecuado” para los Lakers, terminando sus declaraciones de manera rotunda: “Ya era hora. Se lo merece más que nadie». Otros jugadores de los Bucks, como Bobby Portis o Pat Connaughton, se sumaron a las felicitaciones, demostrando el gran apoyo que tenía Ham en el vestuario de Milwaukee.
Giannis Antetokounmpo
UNA AMPLIA TRAYECTORIA
A pesar de ser un nombre poco conocido por el gran público, Ham, de 48 años, tiene a sus espaldas una dilatada trayectoria, primero como jugador y después en los banquillos. Jugó tres temporadas en la Universidad Texas Tech, donde se hizo famoso por romper un tablero después de un mate contundente. La imagen llegó a ser, incluso, portada de Sports Illustrated. Su potencia física lo llevó a ganar el concurso de mates de la NCAA en 1996. A pesar de no ser drafteado, Ham tuvo un paso más que correcto por la NBA, donde jugó ocho temporadas, proclamándose campeón con los Detroit Pistons en 2004. En 1999, se alejó de manera momentánea de la liga estadounidense para jugar en el CB Granada de la Liga española. Después de abandonar la NBA en 2005, jugó en los Talk N’ Text Phone Pals de Filipinas y en dos equipos de la liga de desarrollo de la NBA: los Albuquerque Thunderbirds y los Austin Toros.
Su experiencia en los banquillos empezó en 2008, cuando fue elegido entrenador asistente de los Thunderbirds, uno de los equipos en los que había sido jugador; más tarde, acabó siendo el coach principal. En 2011 dio el salto a los banquillos de la NBA, precisamente como asistente de Mike Brown en los Lakers, donde coincidió con Kobe Bryant, Pau Gasol y Dwight Howard, y tuvo un papel destacado en el trabajo específico de desarrollo de los jugadores. En 2013 se incorporó a los Hawks, donde fue asistente de Mike Budenholzer durante cinco temporadas, y fue pieza clave para que los de Atlanta jugaran los playoffs dos años consecutivos, incluyendo las finales de la Conferencia Este en 2015. En 2018 Ham siguió a Budenholzer, y ambos dieron el salto a Milwaukee, donde han realizado un magnífico trabajo, culminado con el título de 2021.
Mike Budenholzer
UN RETO MAYÚSCULO
Ham llega a un equipo tocado, casi hundido, después del desastre que supuso no jugar ni el play-in en estos playoffs. El nuevo entrenador tiene, pues, mucho trabajo por hacer. Su “mano dura” puede ser agua de mayo para revertir la situación de un vestuario acomodado y envejecido. A la espera de lo que pueda pasar con Russell Westbrook, los Lakers no tendrán mucho margen de maniobra para hacer grandes adquisiciones. Por lo menos, parece que los dirigentes de los Lakers tienen claro que deben otorgarle plenos poderes. Según informó el periodista Marc Stein, Ham tendrá toda la autoridad para elegir a su equipo de asistentes, marcando una clara diferencia respecto a lo que ocurría con Frank Vogel. Stein añade que Kurt Rambis dejará de asistir de manera regular a las reuniones del cuerpo técnico. Poder absoluto, sobre el papel, para el nuevo coach. Pero, como dice el refrán, del dicho al hecho hay gran trecho.
Frank Vogel
– Akaw Sports
EL CAMPEÓN DE LA JUSTICIA SOCIAL
Reggie Bullock ha sido galardonado con el Premio Kareem Abdul-Jabbar a la Justicia Social. Un galardón más que merecido para el escolta de los Dallas Mavericks, que lleva años defendiendo con intensidad y pasión los derechos de la comunidad LGBTQ +
Antes del tercer partido de la final de la Conferencia Oeste entre Mavericks y Warriors, se vivió un momento muy especial en el vestuario local. El entrenador de Dallas, Jason Kidd, dio paso a una videollamada dirigida a uno de sus pupilos, Reggie Bullock: era Kareem Abdul-Jabbar anunciando al escolta que había sido galardonado con el Premio al Campeón de la Justicia Social, un reconocimiento que se entregaba por segunda vez (el primero había recaído en Carmelo Anthony). Jabbar, durante su intervención, dejaba claros los motivos: “Nos quedamos asombrados por todo el trabajo que has hecho por la comunidad LGBTQ+ aquí en Dallas. Has sido visible y has marcado la diferencia”.
PREMIO A LA LUCHA Y LA CONSTANCIA
La trayectoria de Bullock en la defensa de los derechos de la comunidad LGBTQ + parte de un momento muy doloroso para el jugador de los Mavericks. Su hermana, Mia Henderson, una mujer transgénero, fue asesinada en el año 2014, y desde entonces ha dedicado muchos esfuerzos a honrar su legado y a luchar por una mayor visibilidad y aceptación del colectivo. Específicamente, desde que llegó a Dallas esta misma temporada, el escolta ha estado muy involucrado con organizaciones de la ciudad texana que trabajan en diferentes ámbitos, como la ayuda a familias que sufren la pérdida de un ser querido, los retos dentro de la comunidad o la necesidad de proporcionar protección, asociación, visibilidad e inclusión.
Desde hace casi una década, el jugador viene utilizando sus plataformas para pedir la aceptación y la inclusión a través de esfuerzos locales y nacionales en torno al movimiento LGBTQ+. El escolta de Dallas, además, creó RemarkaBULL, una organización que centra sus esfuerzos en el desarrollo de espacios que permitan una vida estable dentro de la comunidad LGBTQ+. Bullock es un luchador incansable: denuncia la legislación que veta la participación de jóvenes transgénero en el deporte, presiona a las instituciones de educación superior para que lleven a cabo políticas inclusivas y está comprometido con las comunidades encarceladas para denunciar los impactos dañinos del encarcelamiento masivo.
OTRO DURO GOLPE
En octubre de 2019, Bullock recibió otro impacto emocional durísimo. Su hermana menor, Keiosha Moore, fue asesinada en Baltimore. El dolor del jugador, que entonces militaba en los New York Knicks, se podía notar con toda su fuerza en este mensaje que dejó en las redes sociales: “Nunca me he sentido tan roto en mi vida. Mis dos reinas, va a ser súper duro para mí”. Un año y medio más tarde, escribió un artículo en The Players Tribune en el que reflexionaba sobre los asesinatos de sus dos hermanas para concienciar a la población. Sirva este emotivo fragmento para sintetizar la lucha de Bullock: “Sólo quieres recordar la luz. Pero por mucho que me cueste desenterrar estas cosas, no puedo ver que esto le pase a otra persona que conozco. No puedo recibir otra llamada telefónica. No puedo cerrar los ojos e imaginar a otra persona que se ha ido demasiado pronto”.
El escolta de Dallas seleccionó a una organización sin ánimo de lucro de su Kinston natal, en Carolina del Norte, para que recibiera la contribución de 100.000 dólares a la que da acceso el galardón. La asociación, llamada Kinston Teens, está dirigida por jóvenes, y tiene la misión de empoderar a otros jóvenes a través del servicio, el liderazgo y el compromiso cívico. La organización, fundada en 2014, opera en las intersecciones del empoderamiento de los jóvenes y el desarrollo de la comunidad, proporcionando a aquellos que han sido más marginados y privados de liderazgo la oportunidad de dar forma e influir en el futuro de sus barrios.
CUATRO FINALISTAS MÁS
Bullock se impuso en las votaciones (determinadas por un comité de selección del que formada parte el propio Abdul-Jabbar) a los otros cuatro finalistas: JRue Holiday, escolta de los Milwaukee Bucks; Jaren Jackson Jr., pívot de los Memphis Grizzlies; Karl-Anthony Towns, pívot de los Minnesota Timberwolves; y Fred VanVleet, escolta de los Toronto Raptors. A pesar de no haber logrado el premio, cada uno de los cuatro recibió una donación de 25.000 dólares que fueron dedicados a distintas organizaciones de justicia social.
– Akaw Sports
LA NBA SE RINDE A EUROPA
Nikola Jokic ha sido elegido mejor jugador de la fase regular por segundo año consecutivo, algo que ya había logrado el griego Giannis Antetokounmpo justo antes que el serbio. El idilio de los jugadores europeos con el MVP continúa, y parece que va para largo
La semana pasada, tras dar un paseo en caballo por Sombor, su ciudad natal, el serbio Nikola Jokic se encontró con una agradable sorpresa. Sus seres más cercanos (incluido el entrenador de los Nuggets, Mike Malone), al coro de una banda de música, lo recibían con aplausos y vítores para entregarle la pelota de cristal que lo coronaba como mejor jugador de la fase regular. La emoción se dejaba ver en su rostro. La temporada de la estrella de los Nuggets había hecho presagiar que se llevaría el premio, pero en los últimos días un rumor creciente ponía encima de la mesa la posibilidad de que el galardón cayera en manos del camerunés Joel Embiid. Finalmente se quedó solamente en un rumor, y el pívot serbio revalidó la condición de MVP. Dos seguidos que se unen a los dos logrados por el griego Giannis Antetokounmpo. Cuatro MVPs europeos de manera consecutiva. Un hito histórico que consolida al baloncesto de nuestro continente como una potencia absoluta en el universo NBA.
UNA TEMPORADA ESPECTACULAR
La temporada de Jokic, con estadísticas en la mano, es simplemente impresionante. El pívot, que jugó 74 partidos de fase regular con una media de 33,5 minutos en la pista, promedió 27,1 puntos, 13,8 rebotes, 7,9 asistencias, 1,47 robos y 0,85 tapones, guarismos que son máximos históricos de su carrera con la única excepción de las asistencias (segundo máximo). El “Joker”, además, lideró la liga en rebotes totales y en rebotes defensivos totales. Su porcentaje de tiros de campo, con un 58,3%, es también el más alto de su carrera. Por si fuera poco, el serbio se convirtió en el primer jugador de la historia en lograr al menos 2.000 puntos, 1.000 rebotes y 500 asistencias en una temporada y en el primero en promediar al menos 25 puntos, 13 rebotes y 6 asistencias en una fase regular. Y todavía hay más: lideró la NBA en triples dobles, con un total de 19, y en dobles dobles, con 66.
EUROPA ARRASA
europeos es casi absoluta. Jokic, que recibió un total de 875 puntos (65 votos para el primer puesto), estuvo acompañado en el “Top 5” final por otros dos jugadores del viejo continente: Giannis Antetokounmpo, que fue tercero con 595 puntos; y el esloveno Luka Doncic, que fue quinto y sumó 146 puntos. El segundo clasificado, con 706 puntos, fue el camerunés Joel Embiid que, a pesar de no haber nacido en Europa, parece que está tramitando la nacionalidad francesa para poder jugar con la selección gala. El único estadounidense que se ha colado en el grupo de los cinco mejores es Devin Booker, que fue cuarto en las votaciones con un total de 216 puntos.
Esta realidad, que se ha convertido en normal, era algo absolutamente impensable pocos años atrás. Y un vistazo a la lista histórica de ganadores del MVP lo corrobora de manera incontestable: de los 63 galardones entregados antes de los dobletes de “Anteto” y el “Joker”, solamente una vez lo había ganado un jugador europeo, el alemán Dirk Nowitzki en 2007. Un dato absolutamente demoledor.
MÁS DE LO MISMO
Si la dinámica no cambia, en los próximos años la carrera por el MVP seguirá teniendo un protagonismo claramente europeo e internacional. Los cuatro jugadores comentados más arriba son todavía jóvenes, por lo que sus estadísticas y su importancia en el juego seguirán siendo una realidad en las temporadas venideras. Jokic tiene 27 años, los mismos que Antetokounmpo. Embiid tiene un año más, 28. Pero el más joven de todos, con diferencia, es Luka Doncic. La estrella de los Dallas Mavericks tiene solamente 23 años. Si continúa con su nivel baloncestístico actual, tenemos otro MVP europeo casi asegurado. Pero será el tiempo, como siempre, el que dicte sentencia.
– Akaw Sports
LA IMPORTANCIA DEL MEJOR SUPLENTE
La figura del sexto hombre recibe un tratamiento muy especial en la NBA. Este año, el galardón al mejor jugador que sale del banquillo se lo ha llevado Tyler Herro, de los Miami Heat. Este premio, que se entrega desde 1983, cuenta con nombre propios de primer nivel.
El pasado miércoles, durante el entrenamiento de los Miami Heat, el incombustible Udonis Haslem le entregó a su compañero Tyler Herro el galardón que le coronaba como sexto hombre del año en la NBA. Herro, formado en la universidad de Kentucky y que lleva tres años en la mejor liga del mundo, ha completado una temporada excelente, siendo una de las piezas clave para que los Heat terminaran primeros en la Conferencia Este.
El escolta ha promediado en la fase regular 20,7 puntos, cinco rebotes y cuatro asistencias, disputando 66 encuentros, 56 de ellos como suplente. Sus números los podría haber firmado, perfectamente, cualquier jugador de un quinteto titular de la liga, y es por eso que la figura del sexto hombre es tan preciada en la NBA. El propio Haslem, durante la entrega del premio a su compañero, lo dejaba claro con esta frase: “En la NBA de hoy, honestamente, puedes ser una estrella saliendo del banquillo”. Y un repaso a los ganadores de este premio, instaurado en la temporada 1982-83, da absoluta fe de ello.
BAJO LA BATUTA DE JAMAL Y LOU
El mítico Bobby Jones, de los Sixers, fue el primer ganador de este premio. Su importancia era enorme en aquellos 76ers, como lo demuestra el hecho de que la misma temporada en que Jones se llevó el galardón (1982-83) acabaron proclamándose campeones de la NBA tras barrer a los Lakers en las finales. Los dos siguientes galardones recayeron en otra figura imprescindible, Kevin McHale. El ala pívot de los Boston Celtics es uno de los tres jugadores que lo han ganado por partida doble, junto a Ricky Pierce y a Detlef Schrempf.
Solamente un par de jugadores se han llevado el galardón en tres ocasiones. Jamal Crawford lo ganó por primera vez en 2010 cuando vestía la camiseta de los Atlanta Hawks, y sumó dos trofeos más en 2014 y 2016, ya como integrante de Los Angeles Clippers. Poseedor de uno de los crossovers más impactantes de la historia de la liga, Crawford, sin embargo, nunca pudo ganar un anillo. Tampoco ostenta ningún título de campeón de la NBA el otro triple ganador del premio, Lou Williams, que se lo llevó en 2015, cuando jugada en los Toronto Raptors, y por doble partida en su etapa en los Clippers, en 2018 y 2019. El equipo angelino es el más galardonado, con un total de cinco premios, los cuatro que suman entre Crawford y Williams y el conseguido por Montrezl Harrell en 2020.

DE MEJOR SEXTO HOMBRE A MVP Y VICEVERSA
Bill Walton y James Harden representan dos casos paradigmáticos sobre la importancia del sexto hombre, ya que ambos se llevaron este galardón y, además, tienen en sus vitrinas el trofeo como mejores jugadores de la fase regular de la liga. Si bien Walton ganó primero el MVP (en 1978) y ocho años más tarde se llevó el sixth man award (en 1986), la barba más famosa de la NBA lo hizo a la inversa: fue elegido mejor sexto hombre en 2012 y, seis temporadas después, se proclamó mejor jugador de la competición.

UN PREMIO CON POCOS AIRES INTERNACIONALES
De los 40 galardones que se han entregado, solamente cinco veces lo han ganado jugadores no estadounidenses. Al doble reconocimiento del ya mencionado Detlef Schrempf, de nacionalidad alemana, hay que sumarle tres nombres más: el croata Toni Kukoc en 1996, el brasileño Leandro Barbosa en 2007 y el argentino Manu Ginobili en 2008. Dos europeos y dos sudamericanos son, por lo tanto, los únicos que se han podido colar hasta el momento en este selecto grupo de jugadores.
Entre los 13 finalistas al premio ganado por Herro este año, aparecen solamente dos europeos: Bogdan Bogdanovic, escolta serbio de los Atlanta Hawks; y Maxi Kleber, ala pívot alemán de los Dallas Mavericks. Una situación que muestra claramente que los jugadores internacionales en la NBA tienen dos roles bastante bien definidos: o son titulares indiscutibles en sus equipos, o su rol es secundario en los banquillos. El término medio, en este caso, brilla por su ausencia.

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EL FENÓMENO JA
Es el líder de unos Grizzlies que están sorprendiendo a todo el mundo, ha sido elegido Jugador Más Mejorado de la liga y combina espectáculo con efectividad. Ja Morant forma parte de la élite de la NBA por méritos propios.
La noche del pasado miércoles, alguien voló literalmente en el FedEx Forum de Memphis. Y el que mejor lo vio (y peor lo pasó) fue Malik Beasley. El base de los Minnesota Timberwolves fue literalmente arrollado por un Ja Morant que firmó un mate impresionante, quizás el mejor de la temporada. Los Grizzlies remontaron un partido que tenían muy cuesta arriba con Ja anotando 30 puntos, incluidos los 13 últimos de su equipo, y protagonizando además la canasta ganadora. Morant demostró, una vez más, que es una estrella ya consolidada en el Olimpo NBA. Un jugador capaz de ofrecer espectáculo y efectividad a partes iguales.
UNA SEMANA REDONDA
Tres días más tarde, los Grizzlies volverían a ganar a los Wolves para certificar el pase a las semifinales de la Conferencia Oeste, cerrando una semana mágica que había empezado con un galardón individual para Ja. El lunes, había sido elegido Jugador Más Mejorado de la NBA, el premio que la liga entrega desde la temporada 1985-86 y que ha recaído históricamente en nombres tan ilustres como Tracy McGrady, Gilbert Arenas, Zach Randolph, Kevin Love, Paul George, Jimmy Butler o Giannis Antetokounmpo entre otros.
Morant sumó 221 puntos para llevarse el galardón, superando de manera bastante clara al segundo clasificado, Dejounte Murray, el base de los San Antonio Spurs que también ha protagonizado una temporada espectacular. Darius Garland, el base de los Cleveland Cavaliers, finalizó tercero. Un podio copado totalmente por directores de juego. La anécdota la protagonizó el propio Morant, cuando decidió “regalar” el premio a su compañero de equipo, Desmond Bane, al considerar que merecía más el galardón que él mismo.
Ja, que jugó su primer All-Star como titular esta temporada, ha firmado unos números de estrella en la fase regular: 27,4 puntos, 6,7 asistencias y 5,7 rebotes en 57 partidos disputados. El base de Memphis ha llegado a los 40 puntos en seis ocasiones, cuando en sus dos primeras temporadas en la liga solamente lo había logrado una vez. De hecho, fue capaz de anotar 46 puntos contra los Bulls el 26 de febrero y, dos días más tarde, 52 puntos contra los Spurs, estableciendo de este modo el récord de anotación de los Grizzlies en un solo partido de la temporada regular en dos partidos consecutivos. Además, ha sido nombrado Jugador de la Semana de la Conferencia Oeste dos semanas seguidas, las del 3 y el 10 de enero.

DE ROOKIE DEL AÑO A LAS QUINIELAS POR EL MVP
Ante tales números y tal trascendencia de juego, es normal que el nombre de Ja se haya colado en la lista de candidatos a mejor jugador de la fase regular. Morant, que ha liderado a unos Grizzlies espectaculares (terminaron segundos en la regular season), ha estado en el top 10 de aspirantes al MVP buena parte de la temporada y, aunque las posibilidades de llevarse el galardón siempre han sido remotas, su inclusión en la lista lo catapulta como serio candidato en los años venideros. Y es que, con tan solo 22 años y tres temporadas en la liga, su ascenso sigue siendo meteórico, por lo que su techo está todavía muy lejos.
Morant fue elegido en la segunda posición del draft de 2019 por la franquicia de Memphis, solamente por detrás de Zion Williamson. Esa misma temporada, fue elegido rookie del año con un resultado devastador: de los 100 votos otorgados para la primera posición, obtuvo 99. Era la segunda vez que un jugador de los Grizzlies ganaba el prestigioso galardón, después de que Pau Gasol lo consiguiera en la temporada 2001-2002. Un repaso a las 20 mejores jugadas de su temporada de novato sirve para constatar que el premio fue más que merecido: una explosión de mates, crossovers, asistencias mágicas y espectáculo, mucho espectáculo.
UN MERECIDO RECONOCIMIENTO
Ja es una estrella consolidada, pero hace seis años la situación era muy distinta. Al salir del instituto, no estaba en las listas de los mejores reclutadores. De hecho, la universidad de Murray State se fijó en él por accidente. El asistente del equipo, James Krane, lo descubrió de manera fortuita cuando estaba asistiendo a un campamento para ver a otro jugador. De camino a buscar un bocadillo, Kane escuchó el ruido de un balón de baloncesto en un gimnasio, lejos del bullicio principal. Le entró curiosidad y entró. Allí vio por primera vez a Morant, que estaba jugando un tres contra tres. Después de observarlo durante cinco minutos, se olvidó del hambre que tenía y corrió a llamar al entrenador, Matt McMahon. Y es así cómo un encuentro inesperado se convirtió en una bendición para Morant y para Murray State.
El 1 de mayo, Ja compartió un tweet del periodista Ben Stinar de julio de 2021, en el que recordaba que el base de los Grizzlies no llamó la atención de nadie cuando estaba en el instituto de Crestwood. Stinar culminaba el tweet con esta frase: “Nunca dejes que alguien más determine tu valor…”. La búsqueda de un bocadillo y el ruido de un balón en un gimnasio fueron suficientes para que el talento venciera a la ignorancia.
– Akaw Sports
EL MÁS LISTO DEFENDIENDO
Marcus Smart ha sido elegido mejor defensor de la temporada regular en la NBA. Es el segundo base que lo consigue en toda la historia del galardón, que ha sido dominado de manera hegemónica por los pívots
.
El pasado 19 de abril se vivió una mini fiesta en el Auerbach Center, el pabellón de entrenamiento de los Celtics. El coach de Boston, Ime Udoka, le daba un empujoncito a Marcus Smart para que entrara en la pista y se dejara querer por sus compañeros y por los trabajadores del club, que le recibieron con una sonora ovación. Acababa de ser nombrado mejor defensor de la liga regular. Allí le esperaba el mítico Gary Payton, que ostentaba hasta entonces el honor de ser el único base en ganar este galardón, en la temporada 1995-96. “El Guante” fue el encargado de entregarle el premio, un relevo simbólico que rompía con 25 temporadas sin ningún director de juego como mejor defensor de la liga.
Si echamos un vistazo a la lista de los Defensive Player of the Year a lo largo de la historia, vemos que está ampliamente dominada por los jugadores interiores. La espectacularidad de los tapones y de las acciones de corpulencia física otorga a los pívots una mayor posibilidad de ganar este premio. Pero, a veces, jugadores como Payton y Smart demuestran que los “pequeños” pueden tener un impacto igual o mayor a los gigantes de la pista.
LOS ESPECIALISTAS DEL ROBO
El premio se empezó a entregar en la temporada 1982-83, y desde entonces han sido 40 los trofeos otorgados. De ellos, 25 han recaído en manos de pívots puros (centers); 8 han ido a parar a escoltas/aleros (shooting guards/small forwards); 5 han sido para ala-pívots (power forwards); y solamente dos para bases (point guards), los casos de Payton y Smart ya comentados.
La hegemonía de los hombres altos es, pues, evidente, aunque sorprende que los primeros galardones fueran a parar, casi de manera íntegra, a jugadores de una talla menor. De los seis premios iniciales, cinco fueron para escoltas. La sorpresa deja de ser tan grande cuando vemos cuáles son esos nombres: Sidney Moncrief en dos ocasiones —los dos primeros premios otorgados—, Alvin Robertson, Michael Cooper y Michael Jordan. Los cuatro jugadores poseían una cualidad muy destacada: tenían una enorme facilidad para robar el balón. A ello, añadían una capacidad física que les permitía salir rápido al contraataque después del robo de pelota, provocando que su juego fuera muy vistoso y atractivo. El ejemplo paradigmático de la importancia de estos “carteristas” es el robo de Jordan a Malone en el definitivo partido de la final de 1998, considerada como una de las jugadas más icónicas de la historia de la NBA.
EL TAMAÑO IMPORTA
Además de los mencionados arriba, solamente otros dos jugadores exteriores se han colado hasta ahora en esta lista de mejores defensores: Metta World Peace —cuando todavía era Ron Artest— en la temporada 2003-2004, y Kawhi Leonard en dos ocasiones (2014-15 y 2015-16). Dennis Rodman, Kevin Garnett, Draymond Green y Giannis Antetokounmpo son los ala-pívots que forman parte de este selecto grupo.
A partir de aquí, todos los nombres son pívots puros y duros. Los más galardonados son Ben Wallace y Dikembe Mutombo, con cuatro trofeos. Y el único en conseguir el galardón durante tres temporadas consecutivas fue Dwight Howard. Aunque la mayoría de los ganadores son de nacionalidad estadounidense, ha habido varios premios a jugadores internacionales: los mencionados Mutombo y Antetokounmpo, Hakeem Olajuwon, Marc Gasol, Joakim Noah y Rudy Gobert.
La media de altura de todos los pívots de la lista es de 2 metros y 13 centímetros: en esta ocasión, el tamaño cuenta, y mucho. Y la capacidad para poner tapones, por supuesto. Sirva como ejemplo paradigmático el célebre Not in my house de Dikembe Mutombo, cuando el pívot congoleño hacía el signo de negar con el dedo índice después de colocar un buen gorro al rival. Un gesto que muchos imitaron posteriormente, pero sin duda el mejor en replicarlo fue Michael Jordan, cuando machacó en la cara de Mutombo y le devolvió su propio signo para vengarse de las palabras del pívot, que se había vanagloriado de no haber permitido nunca un mate de Air Jordan en su presencia. Un “pique” entre integrantes del selecto grupo de defensores del año. Una de esas historias que hacen tan grande a la NBA.
– Akaw Sports
TAN LONGEVO COMO LA NBA
Kareem Abdul-Jabbar acaba de cumplir 75 años, los mismos que tiene la mejor liga de baloncesto del mundo. Dos vidas paralelas que no se entienden la una sin la otra
.
El 16 de abril de 1947, en el barrio neoyorquino de Harlem, nació Ferdinand Lewis Alcindor Junior, más conocido como Lew Alcindor y, sobre todo, como Kareem Adbul-Jabbar. Diez meses antes, también en Nueva York, se había fundado la Basketball Association of America (BAA), germen de la National Basketball Association (NBA). Dos nacimientos ocurridos en la Gran Manzana y de los cuales celebramos actualmente el 75° aniversario. Una historia de vidas paralelas que siguen estando muy enlazadas, como demuestra un tweet que publicó pocos días antes de su cumpleaños: “Todavía me estoy haciendo a la idea de que soy tan viejo como la liga”.
UNA DE LAS CARAS VISIBLES DE LA NBA
Abdul-Jabbar, todavía máximo anotador de la historia, ha sido siempre una de las caras visibles de la NBA, y la celebración del 75° aniversario de la liga no fue una excepción. En el vídeo promocional para conmemorar el acontecimiento, en una de las secuencias del corto —alrededor de los 43 segundos—, Kareem aparece sentado en una enorme silla de madera, en posición cuasi mayestática, lo que señala la importancia que tiene en el imaginario simbólico de la mejor liga del planeta. El legendario exjugador de Bucks y Lakers le da instrucciones a Dirk Nowitzki para que el alemán pueda imitarle con su lanzamiento marca de la casa, el mítico Sky Hook, considerado por muchos el movimiento más imparable de la historia. La aureola mítica del “Gancho del Cielo” es muy grande, y la leyenda baloncestística reza que solamente Wilt Chamberlain fue capaz de taponar a Kareem dos veces consecutivas en una misma jugada.
Kareem Abdul-Jabbar
REFERENTE EN LA LUCHA POR LOS DERECHOS HUMANOS
Kareem es un reconocido luchador por los derechos sociales, y la NBA siempre lo ha considerado uno de los grandes referentes en este campo. Abdul-Jabbar ha sido un defensor de la inclusión desde su juventud, sobre todo desde que a los 17 años conoció a Martin Luther King Jr. y su mensaje le inspiró, comprometiéndose a utilizar su influencia como atleta visible para comprometerse en cuestiones sociales de importancia. Asistió a la Cumbre de Cleveland de 1967, donde Bill Russell, Jim Brown y otros destacados atletas afroamericanos se reunieron para discutir la negativa de Muhammad Ali a servir en la guerra de Vietnam. El mítico pívot ha seguido promoviendo la igualdad y combatiendo la discriminación en las décadas transcurridas desde su retirada del baloncesto, y en 2016 Barack Obama le concedió la Medalla Presidencial de la Libertad, el mayor honor civil del país.
En mayo de 2021, la NBA decidió crear un galardón con su nombre, el “Kareem Abdul-Jabbar Social Justice Award”, que se entrega a un jugador en activo que lleve a cabo esfuerzos por la justicia social y que mantenga los valores de igualdad, respeto e inclusión que la liga ha mantenido durante décadas. El primer premiado fue Carmelo Anthony, quien lo recibió el pasado 3 de abril en una ceremonia celebrada en el pabellón de Los Angeles Lakers. “Melo” publicó un post en Twitter en el que incidía en la necesidad de seguir el camino impulsado por Kareem: “Muchos hombres antes que yo han marcado la pauta de cómo los atletas pueden comprometerse, empoderar e impulsar la igualdad. Yo simplemente estoy haciendo mi parte. Me siento más que humilde al ser reconocido con un honor tan grande”.
LeBron James y Carmelo Anthony
LAS POLÉMICAS CON LEBRON
Una de las características de Kareem es su posicionamiento constante sobre temas y personas de relevancia, y por eso la NBA lo tiene como referencia. Pero, a veces, sus palabras pueden adquirir tonos duros y contundentes. LeBron James lo sabe bien, ya que ha sido objetivo de señalamientos por parte de Kareem, sobre todo por su tibio compromiso en la vacunación contra la covid-19. Abdul-Jabbar escribió un artículo en diciembre del año pasado criticando la pasividad de la estrella de los Lakers, culminando el texto con este potente mensaje: “Si bien LeBron es una voz necesaria y dinámica que critica la brutalidad policial contra la comunidad negra, tiene que ser el mismo defensor necesario y dinámico con las vacunas, que podrían salvar miles de vidas negras ahora mismo. El racismo es igual de real —e igual de letal— en ambos casos”.
El mismo día de la entrega del galardón a Carmelo Anthony, Kareem calificó algunas de las acciones de LeBron como «vergonzosas» y «por debajo de él», pero al día siguiente mandó un correo al periódico Los Angeles Times para pedir perdón y matizar sus comentarios, señalando que su respeto y admiración por LeBron “no ha hecho más que crecer al verle defender causas que merecen la pena, al tiempo que mantiene su estatus de deportista de élite”, y añadiendo que en alguna ocasión lo ha reprendido por no defender y apoyar a la comunidad, pero que lo hizo “con el espíritu de un hermano mayor cariñoso que ofrece orientación”, por lo que cuando dijo que “había hecho algunas cosas de las que debería avergonzarse, no era un insulto, ni una puñalada, ni siquiera un movimiento de dedos, sino que estaba recapitulando algunas de las cosas que había dicho en el pasado”. Kareem se mostraba tajante al final: “LeBron es lo suficientemente fuerte y amable como para entender que sólo tengo amor por él en mi corazón”.

Parece, pues, que las aguas vuelven a su cauce. Cuando LeBron, posiblemente, termine superando a Abdul-Jabbar como máximo anotador de la historia, la NBA tendrá la foto que desea y los espectadores la reconciliación entre dos de los más grandes deportistas y activistas de su historia.
– Akaw Sports
¿CUÁL ES EL TECHO DE JOKIC?
El pívot serbio de los Nuggets se ha convertido en el primer jugador de la historia de la NBA en llegar a los 2.000 puntos, 1.000 rebotes y 500 asistencias en una sola temporada
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El pasado viernes fue un día grande en Denver. Gracias a la victoria contra los Grizzlies, los Nuggets se aseguraron la clasificación para los playoffs de la NBA por cuarta vez consecutiva. Un logro muy meritorio, teniendo en cuenta que no han podido contar con dos de sus grandes baluartes, Jamal Murray y Michael Porter Jr.
Pero la victoria, a pesar de ser tan relevante, quedó opacada por otro logro individual de su gran estrella, Nikola Jokic. El serbio se convirtió en el primer jugador de la historia en alcanzar los 2.000 puntos, los 1.000 rebotes y las 500 asistencias en una misma temporada. Cuando faltaban 3 minutos y 19 segundos para que finalizara el encuentro, Mike Malone, el entrenador de los Nuggets, lo cambió para que pudiera recibir la ovación de los más de 19.500 espectadores que llenaban el Ball Arena. Malone abrazó al serbio, y los compañeros, uno tras otro, le mostraron su admiración. Jornada redonda en la capital de Colorado.
NI CHAMBERLAIN PUDO HACERLO
Ni el mismísimo Wilt Chamberlain, capaz de lograr récords numéricos impresionantes, pudo alcanzar esta triple combinación mágica. En la temporada 1967-68, Chamberlain se quedó a tan solo ocho puntos de lograrlo, acabando la fase regular con 1.992 puntos, 1.952 rebotes y 702 asistencias. Otro mito del baloncesto, Oscar Robertson, se quedó a 15 rebotes de alcanzar este hito en la temporada 1961-62, en la que acabó con 2.432 puntos, 985 rebotes y 899 asistencias. Hay que remontarse a la temporada 2003-2004 para encontrar una combinación que se acerque a los guarismos conseguidos por Jokic, cuando Kevin Garnett finalizó la fase regular con 1.987 puntos, 1.139 rebotes y 409 asistencias.
Entre los jugadores en activo, solamente Russell Westbrook es capaz de presentar una temporada con números similares, muy parecidos a los de Oscar Robertson: 2.558 puntos, 864 rebotes y 840 asistencias en 2016-17, promediando un triple doble. Cabe decir que esta triple estadística de Westbrook abrió estos días un interesante debate en Twitter, ya que algunos internautas consideraron este hito más relevante que el conseguido por Jokic. En nuestra era, en la que las estadísticas están presentes por doquier, adquiere más fuerza que nunca la expresión de Joan Manuel Serrat: contra gustos no hay disputas.

A REPETIR EL MVP
El momento para conseguir este éxito estadístico es perfecto, ya que ha supuesto un empujón a sus aspiraciones a reeditar el título de mejor jugador de la fase regular. Jokic, que logró ganar el galardón la temporada pasada, sigue liderando el ranking provisional, por delante de otros dos jugadores no estadounidenses: Giannis Antetokounmpo y Joel Embiid. De hecho, en los rankings semanales que definen la lucha por el MVP, el pívot balcánico es, de largo, el que más veces aparece en la primera posición, un total de nueve ocasiones. Y desde el parón del All Star, en febrero, ha liderado el ranking en seis de las siete semanas.
Jokic, que temporada tras temporada consigue ampliar su número de triples dobles (ninguno en su temporada de rookie, seis en la 2016-17, 10 en la 2017-18, 12 en la 2018-19, 13 en la 2019-20, 16 en la 2020-21 y 19 en la actual), tiene la oportunidad de convertirse en el segundo europeo en ganar dos MVPs seguidos. Curiosamente, el primero en lograrlo, Giannis Antetokounmpo, lo hizo en las dos temporadas previas al primer MVP del serbio. La NBA podría estar viendo cómo en cuatro años consecutivos su mejor jugador es europeo. ¿Cuándo saldremos de dudas? En junio, después de las Finales.
Nikola Jokic, Giannis Antetokounmpo y Joel Embiid
– Akaw Sports
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